El deshumificador

Muchas veces nos preguntamos , ¿cual es la mejor solución a mi problema de humedad? y nos viene a la cabeza el deshumidificador pero... ¿sabemos como funcionan? ¿sabemos cual es la mejor solución para reparar esos problemas de humedad que han aparecido en nuestra casa?

Pues bien, empecemos por saber que tipos hay y como funcionan. Los aparatos extractores de humedad podrían clasificarse de varias formas, a saber: 

Según el funcionamiento

• Deshumidificadores con compresor: el aparato por medio de un ventilador, aspira el aire hacia su interior, lo filtra y lo lleva hasta un evaporador que se encuentra a muy baja temperatura. Esto se consigue por medio de  un compresor que comprime  gas refrigerante y hace que la temperatura del evaporador sea tan baja. Con ello, el agua presente en el aire, al pasar por él, llega a su punto de rocío, condensándose y separándose del aire. El agua extraída se puede almacenar en un depósito interno del deshumidificador o eliminarse por un desagüe conectado a la red de saneamiento. Por último, antes de ser expulsado nuevamente al exterior, pasa por un condensador donde es calentado para recuperar la temperatura ambiental.

• Deshumidificadores desecantes: este aparato funciona sin compresor, ni refrigerante. El aire es aspirado y llevado hasta un condensador que dispone de un rotor impregnado con un material altamente higroscópico, llamado desecante, normalmente gel de sílice, que absorbe el agua. Por otra parte existe un circuito de aire que realiza la función de secado del gel de sílice. Este sistema está especialmente indicado para eliminar la humedad de ambientes muy fríos. Consiguen dejar la humedad por debajo del 35%, por lo que se utilizan mucho en instalaciones industriales que requieren ambientes muy secos.

Según la capacidad de extracción

• Equipos industriales. Estos equipos están destinados a instalaciones de tipo industrial como lavanderías, piscinas, bodegas, secaderos, cámaras frigoríficas, secado de madera y en general todo tipo de aplicaciones industriales donde se requiera una capacidad muy alta de extracción. Suelen ser aparatos de grandes dimensiones con capacidades que van desde los 40 litros hasta más de 1000 litros extraídos por cada 24 horas.

• Equipos de uso doméstico. Estos aparatos son los utilizados comúnmente en hogares u oficinas, donde la exigencia de deshumidificación no es tan grande. La capacidad extractora varía entre los 5 y los 35 litros de agua extraída por cada 24 horas de funcionamiento.

Según su instalación

• Equipos portátiles. Son mayoritariamente de uso domestico, donde la humedad del ambiente no es excesivamente elevada. Poseen ruedas y un deposito de agua propio, permitiendo la movilidad del aparato de una estancia a otra según la necesidad.

• Equipos de instalación fija o centrales de tratamiento del aire. Son de instalación fija, poseen una toma de aire del exterior que pasa por unos filtros, es deshumidificado y  posteriormente calentado a la temperatura seleccionada. Este aire se insufla dentro de la vivienda creando una sobrepresión dentro del habitáculo. El aire por sobrepresión tiende a salir por los respiraderos del hogar, eliminado de esta manera la humedad y el aire viciado, además de partículas que se encuentran en suspensión en el  aire tales como puedan ser esporas, mohos, polen o ácaros.

Una vez conocida la variedad de productos que existen en el mercado y su funcionamiento, llega la hora de decidirse por uno o por otro, pero lamentablemente no existe una solución valida para todos los problemas o todos los bolsillos, así como no existe un problema único. Cada caso es particular y las circunstancias de cada persona también. Nosotros desde Humistop podemos diagnosticar el origen de tu problema y asesorarte.

fuente: www.purificadordelaire.es